La Era Dimash (oficial)

Esta página se dedica a difundir la música, arte y cultura de Dimash Qudaibergen, el objetivo es que el mundo entero disfrute y comparta , no sólo su música, sino también su ejemplo de vida, valores y su integridad como ser humano.

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jueves, 24 de marzo de 2022

EN LA BÚSQUEDA DE UN NUEVO CONCEPTO (Segunda parte) - Por Carmen Sandoval y Carlos Rivadeneira.

 


Continuemos entonces con una segunda entrega para acercarnos a ese “nuevo concepto”.


En la primera parte desarrollamos dos cuestiones que bien podrían ajustarse al paradigma que resulta Dimash: su talento y la similitud con las aptitudes de grandes artistas de un pasado no muy lejano; y su belleza, la cual no se acota con exclusividad a un simple estudio superficial.

Para llegar a una conclusión y de acuerdo a lo hablado con Carmen Sandoval (la autora intelectual de esta columna), intentaré primero adentrarme en una materia que considero de vital importancia dentro de un espíritu influyente: su línea de pensamiento.

 

 

Pienso, luego Existo

 

Sin entrar en tecnicismos demasiado complejos ni enumerarlo en sus diversas categorías, podemos referirnos al pensamiento como un cúmulo de procesos mentales, que a su vez son un esquema de reflexiones que interactúan entre si (recuerdos, ideas, etc.). Conviene aclarar que los pensamientos no están desapegados de las emociones y por tal en la creación de los mismos, se convive con el sentimiento individual.

Ahora, y en correspondencia a dicha apreciación: ¿en que podría derivar el análisis propio de un influencer al trasladarse hacia el razonamiento colectivo?

Si observamos, existe una infinidad de personas de amplio acceso a las multitudes que comunican a través de las redes sociales su preocupación en asuntos relacionados a la política, la religión e incluso lo ideológico, ocasionando divisiones irremediables entre quienes coinciden en tales discusiones y sus detractores. Por otro lado y por citar un ejemplo, la labor critica que realizan especialistas, acreditados o no, en el análisis de los derivados del arte en el terreno de lo visual, digamos cine, televisión o servicios de streaming, también generan polémicas que surgen, no sólo estrictamente en base a gustos y preferencias, sino además porque en la actualidad pareciera entreverse una “politización” en las películas y las series con lo cual se fragmentan las opiniones, y quizás, resulte aun mas difícil coincidir. A su vez podemos incluir a youtubers que tienen gran notoriedad en inmensas cantidades de niños y jóvenes de manera que producen en ellos una simpatía coincidente en tendencias de moda.

Pues bien, en este punto utilicemos momentáneamente un concepto psicológico.

Profesionales de la neuropsicología diferencian el “coincidir” con alguien, de una razón más profunda, que es... “conectar” con alguien.

Aquí es donde aparece Dimash.

Como figura mediática (que lo es), Dimash logra conectar con su público al transgredir diversas barreras entre las que se encuentran los de la música y la apariencia. Aclaro que para experimentar ese tipo de unión, debiera existir algún nivel de proximidad: conocer una persona en la calle o en un trabajo, o cuando menos mantener un diálogo en cualquier variante posible, dígase whatsapp, chat o zoom, y es ahí donde radicaría el proceso vinculante.

Sin embargo, la comunidad Dear pareciera no precisar de ello.

Al exteriorizar su pensamiento (o por lo menos parte de él), Dimash expresa valores y utiliza palabras de forma tan natural, carismática y apasionada, en especial por su juventud, que resuenan en el interior del oyente y encienden esa conexión. Así entonces, al descubrir a Dimash, el nuevo Dear se sorprende con su voz, se impresiona con su talento y al progresar en ese hallazgo hacia la idiosincrasia de dicho fenómeno, encuentra un reflejo de su propia integridad, representada en ese joven cantante. Se produce una comunión equivalente que supera las expectativas originales de deleitarse con una voz excepcional y deja lugar a una afinidad, reservada a encuentros prodigiosos en la vida.

 

En definitiva, pueden generarse diferencias en cuanto a las “coincidencias” que giran en torno a Dimash, de hecho el fandom en ocasiones se divide en opiniones que son válidas de acuerdo a ciertos puntos de vista, pero esa “conexión”, creo sin temor a equivocarme, puede estar presente en los corazones y el intelecto de cada entusiasta admirador.

Y no digo que sea una condición exclusiva de Dimash, pero ese tipo de influencia debe distarlo de una gran cantidad de personalidades influyentes en los medios.

 

Sobra decir que, como me es imposible tener una noción precisa de lo que piensa Dimash, elaboro estas conjeturas de acuerdo a lo que se de él, valiéndome de algunos conocimientos básicos de índole psicológico. Sería interesante una ampliación, a cargo de un profesional, de los efectos de la psicología de conexión dentro de la comunidad Dear.

 

 

Dears para Dears

                                                                         

¿Recuerdan la definición que aplicamos en la primera parte para ilustrar a un influencer?

“...tales personas son quienes poseen credibilidad y representación en las diferentes redes sociales...”. De ahí en más iniciamos la columna, en un intento de dilucidar las distintas acciones y los resultados que obtienen esas personalidades.

En un orden similar, Dimash ha provocado en un sector de sus seguidores una serie de inquietudes que los motivan a expresar su admiración y crear dentro del fandom y en cada red social disponible, lo que podríamos llamar “vehículos de divulgación”.

Entonces... ¿se puede intuir una reproducción de los mecanismos influencers dentro de la comunidad Dear? ¿O se trata de una variante de ellos?

Trataré de expresar lo siguiente en términos objetivos.

De las pretensiones de un influencer se pueden deducir algunas metas que son absolutamente legítimas y que se encadenan con la evolución de su labor; entre ellas la necesidad de comulgar junto a otros en un mismo interés, lo imperioso de ganar popularidad para prosperar en el reconocimiento (en algunos casos además para alimentar el ego) y como consecuencia, la posibilidad lisa y llana de incrementar sus activos.

O ganar dinero, como lo prefieran.

Por experiencia personal, debo decir que sólo la primera de las tres condiciones, se cumple. Comprobé en forma directa desde la colaboración en privado, el compromiso desinteresado de mujeres que conforman diversos grupos y aporté algunos escritos para proyectos varios, que me presentaron basados en el cariño y la admiración, alejados de intenciones ego centristas.   

Ahora, ¿podría asegurar que cada “vocero” de las acciones de Dimash es funcional a dicha máxima? ¿O puede que alguno eche mano a las otras dos estrategias?

Sencillamente no lo se, mi aproximación a la intimidad de los Dears notorios, es limitada. Desconozco a la mayoría de los administradores de los canales de divulgación Dear, ya sea en Youtube, Twitter o Facebook, pero creo que en la mayoría de los casos debe impulsarlos un idéntico sentimiento de abnegación y afecto, ya que lo contrario presupone una superposición de intereses que desplazarían a Dimash del eje protagónico.

Si tenemos en consideración la importancia de la conectividad mencionada en el punto anterior, de manera espontánea deberían afectar esos valores reconocidos en Dimash, en función de un paralelismo de las propias intenciones. Si se encuentra en la humildad, la simpleza y la sencillez de él un espejo, ¿no debiera aplicarse tal reciprocidad en pos de propagar su obra?...

Y el rol fundamental para la concepción de un circuito eficiente de estos “canales” de divulgación, recae en el público.

El “subscriptor” Dear posee una condición admirable: su autenticidad. Es apasionado, expresivo y anhelante de nuevas publicaciones dedicadas a su artista favorito; y aunque a veces su vehemencia lo traicione, no pierde oportunidad de enfocar su admiración y orientarla hacia un semejante y desinteresado propósito: difundir todo lo concerniente a Dimash.   

Estaríamos frente a diligencias que dejan en claro una marcada distancia respecto de algunos métodos influencer y que se sustenta mutuamente (entre el Dear que crea un contenido y aquellos que lo visualizan y lo comparten) en una tarea donde se destaca el amor y el compromiso, logrando al fin y al cabo, que el centro de atención recaiga en Dimash y no en protagonistas circunstanciales.

Cabe aclarar que se han realizado de forma aficionada composiciones, poesías, canciones, ilustraciones y coreografías, como así también transmisiones, charlas y debates que, en cada caso, orbitan en torno a la figura de Dimash y son ejemplo de sanas intenciones de difusión.

 

Con la irrupción de Dimash en la periferia artística, y debido a su naturaleza, se aproximaron costumbres nobles a situaciones convencionales que ocurren a diario en las diferentes redes, y el ánimo de miles de personas en el mundo cobró el impulso necesario para expresarse de manera que los valores tradicionales, algo olvidados, se revaliden mediante la admiración y el afecto generados por un cantante. Intuyo un tipo de influencia, que parte de Dimash, se replica en la comunidad Dear y se abre camino en las formas de comunicación actuales.

      

                                                                                 

Conclusión

 

Podríamos arribar a un desenlace con múltiples resultados.

¿Es Dimash un influencer? Pues... creo que no.

Porque a pesar de que posee particularidades que lo situarían dentro de tal definición, (recordemos: personalidad verosímil que llega a multitudes, apariencia física favorable, etc.) también demuestra variables que lo distancian de lo estrictamente “influencer”.

Es diferente, plantea otras posibilidades sin tener la pretensión de que esto signifique un perfeccionamiento en los estilos de difusión, y aunque muchos no logren comprenderlo, es algo que se ha dado de manera... natural.

¿Se puede definir a Dimash con una única palabra que represente su influencia?

En realidad no... Porque pueden ser varias.

No obstante que la gran mayoría de Dears reaccionan en un principio frente a la cualidad más notoria de Dimash, la cual es su voz, luego se presentan otras que refuerzan ese magnetismo originario y alinea las vivencias e inclinaciones de cada oyente en paralelo a las loables pautas que el joven kazajo demuestra de pie sobre el escenario y que se han desarrollado tras muchos años para depositarlo en dichas circunstancias.

Si me preguntan, puedo asegurarles que soy un profundo admirador del talento de Dimash. Pero su voz, su estilo, incluso las bellas canciones que ejecuta en su exquisito registro vocal, no son producto de la casualidad ni de un giro afortunado, sino de una característica suya digna de imitar: el sacrificio.

Independientemente del don que lo acompaña, Dimash es constante en manifestar un compromiso hacia su carrera; desde la infancia que se consagra al aprendizaje y la formación relacionada a la música y el canto, es considerable el arduo trabajo que realiza para brindar nuevas y pulidas obras, hace de la responsabilidad y la dedicación unas materias de edificación diaria, y dentro de esos parámetros transmite un mensaje que es claro y comprobable: nada se logra sin esfuerzo.

Y es en ese aspecto donde su influencia resuena en mi interior.

Sería difícil reducir a una sola palabra la experiencia multitudinaria y dinámica acaecida en el sentimiento Dear, corresponde al lector ubicar a este prodigio dentro de un “nuevo concepto” e identificar esa cualidad que refleja a Dimash en la valoración representativa de cada uno.

 

 

Sin más para agregar, agradezco inmensamente a Carmen Sandoval el haberme ofrecido este proyecto, y espero que lo escrito esté a la altura de las expectativas.

Como siempre, gracias a ustedes por estar del otro lado y los esperamos en una próxima columna.

¡Saludos Dears!

miércoles, 13 de octubre de 2021

En la Búsqueda de un Nuevo Concepto (Primera parte) - Por Carlos Rivadeneira y Carmen Sandoval



 

¿Qué significa ser un “influencer”?

Una rápida investigación a través de Internet podría dar como resultado que tales personas son quienes poseen credibilidad y representación en las diferentes redes sociales, y como resultado de dichos criterios, entre cientos y millones de “seguidores” pueden tener acceso al contenido que propone cada celebridad, las cuales pueden pertenecer a esferas relacionadas a la política, el periodismo o las distintas ramas del arte. Claro que también encontramos a otros que de acuerdo a los conocimientos que engloban dentro de una materia específica, (supongamos, el cine) expresan sus ideas a manera de “comunicadores”. Lo cierto es que en cualquiera de los ejemplos mencionados existe una suerte de variables que pueden afectar de forma positiva o negativa a los espectadores, lectores, oyentes, admiradores, etc. de cada figura en cuestión y que esa relación entre emisor y receptor puede derivar en una influencia directa en la toma de decisiones y el comportamiento de un sector de la sociedad.

El poder que residía anteriormente en los grandes medios de comunicación ha encontrado en los micrófonos, los textos, las imágenes, los videos y las palabras de la generación actual nuevos exponentes que plantean formatos, perspectivas y puntos de vista que inundan las redes y transmiten un mensaje que puede ser bueno o… quizás no tanto.

Sin embargo... ¿Qué ocurre cuando una persona irrumpe en el medio y manifiesta una serie de características que parecían olvidadas? De hecho, ¿cómo podríamos definir a la “influencia” que genera esa misma persona al retrotraer valores y costumbres que exaltan la condición más lúcida del espíritu humano y se prolonga como un reflejo a otros alrededor del mundo?

¿Que definición se ajustaría a lo que provocó Dimash en quienes lo admiran?

 

 

La sugerencia de esta columna nace de una inquietud que, Carmen Sandoval desde Chile, me plantea de la siguiente manera:

“Si tenemos influencers que mediante su propuesta y popularidad llegan a un gran número de seguidores y producen diversos resultados, ¿existe la posibilidad de referirnos a Dimash en un término similar? O en todo caso, ¿se podría crear uno nuevo que simbolice su actividad?

Ante todo, conviene hacer una aclaración, no es intención de Carmen ni mía el comparar a Dimash con un influencer sino ilustrar, en base a ciertos paralelismos y diferencias, un concepto que se aproxime a su naturaleza y acciones.

Entonces, veamos...

 

 

Un Nuevo Mundo

 

Partamos de una afirmación propia: el mundo como lo conocíamos ya no existe.

Aquello que marcaba el ritmo de los intereses y la idiosincrasia para quienes hemos superado la barrera de los cuarenta, sencillamente ha desaparecido. 

El ingenio, el intelecto y la maduración se desarrollaban con pasatiempos bien diferentes de los establecidos en la actualidad. No había celulares, Internet estaba en pañales, las consolas de videojuegos eran costosas e infrecuentes, como también eran escasas las computadoras de escritorio y reservadas al ámbito laboral, no al hogareño. La televisión por cable y las primeras video caseteras eran otro lujo extra, las comunicaciones se limitaban a llamadas a través de un teléfono fijo, (considerado por muchos, hoy en día, como un aparato obsoleto) o en su defecto y de acuerdo a las distancias, mediante cartas escritas a puño y letra.

No podíamos relacionarnos en redes sociales que aun no se habían creado.

Los canales para el entretenimiento masivo eran propiedad de las emisoras locales porque faltaban muchos años para que apareciese un servicio de streaming que se llamaría Youtube, la música sonaba en un radio grabador o en un toca disco y no en Spotify, las fotos se alojaban en un álbum con folios transparentes o en una caja de zapatos, y no en Instagram ni en Facebook.

No Like. No Kwai. No Tik Tok.

Para los niños y preadolescentes esto parece ciencia ficción, pero no lo fue…

Lo cierto es que las emociones, sus derivados y la interacción con nuestro entorno (amigos, familiares, seres queridos, etc.) se transmitían en persona. Las limitaciones de aquel momento proponían en los distintos niveles de la cotidianeidad activar mecánicas que nos aproximaran para relacionarnos.

Asimismo, el arte desarrollaba sus talentos mediante atributos que acercasen, en un mismo sentido y con argumentos similares, a sus intérpretes y el público.

Por ejemplo, en muchos cantantes de la época hubo una imperiosa necesidad artística de brindarlo todo de sí en cada presentación porque:

1- Los estándares de calidad eran tan elevados en los diversos géneros musicales que precisaban diferenciarse del resto y resaltar su estilo.

2- Expresaban con sus voces un sello distintivo para que el oyente lograse de inmediato identificarlos y conectar con su música (digamos que al escuchar a Camilo Sesto o a Tom Jones, por citar algunos casos, no quedaban dudas de quien se trataba).

3- A esa variación de matices vocales distintivos le sumaban una excelente calidad interpretativa para transmitir la sensibilidad de aquello que nos estaban contando, enmarcada en composiciones que utilizaban recursos de una paleta musical elaborada.

4- Los conciertos en vivo tenían un valor importantísimo porque era una forma efectiva y directa de fortalecer los lazos con los admiradores, recibir el amor de esa multitud y retribuirles con un show a la altura de las expectativas que generaban una larga espera por una gira internacional, ya que en ese entonces no se podían ver sus recitales en ningún portal, ni descargar ese registro en vivo y en formato mp3.

¿Podríamos hacer una correlación entre Dimash y lo que acaban de leer?

Si.

En su persona cohabitan una combinación de posibilidades pertenecientes al pasado y al presente que, en parte, conformarían esa influencia que se origina en el criterio de cada nuevo Dear. Al emplear de manera refinada esos elementos que caracterizaron a las grandes voces de ese periodo musical genera una conexión emocional que nos traslada a una época en donde la música y el canto exponían cualidades prominentes.

1- A pesar de que no necesita diferenciarse (el panorama de la música actual es un tanto… mediocre) se esfuerza de forma constante para que su estilo sobresalga.

2- En un medio en donde muchas voces suenan casi idénticas a otras y no plantean originalidad, no hay ninguna manera de confundir su voz con la de otro cantante.

3- Su nivel interpretativo expresa infinidad de emociones que invitan al espectador a un paseo emotivo por canciones que varían en formas y desafíos admirables en el terreno de la composición.

Y llegamos en un punto de interés

4- A pesar de que dispone de una enorme cantidad de medios de divulgación para promover su obra, cada concierto es una experiencia sensorial en extremo a causa del despliegue incondicional que ofrece a su auditorio generando una comunión recíproca de sensaciones.

Una declaración de amor entre intérprete y espectador.

 

Dimash, en su integridad artística, recrea la excelencia del pasado en un presente que agradece sus propósitos y celebra su aparición en un tiempo en que el espectáculo se vale, casi con exclusividad, de herramientas que poco tienen que ver con la evolución del arte. 

 

Antes de pasar a una segunda cuestión, puntualizo una diferencia: no intento comparar la extraordinaria voz de Dimash a la de otros magníficos cantantes del pasado; en lo personal resultaría innecesario, artificial y excedería los límites de esta columna. Sólo acentúo que él utiliza y realza elementos que otras leyendas del canto aplicaron con maestría.

 

 

Las Apariencias (no) Engañan

 

Si decimos que Dimash nos aproxima a facetas de la música que han caído en desuso, para generar una nueva forma de influencia, sería necesario además explicar de qué manera se diferencia su exposición con respecto al resto de los artistas y cuán importante es… su imagen.

La belleza siempre ha formado parte del mundo del espectáculo.

Los hombres y mujeres agraciadas de la historia ocuparon el imaginario colectivo de generaciones enteras, de manera tal que muchas figuras trascendieron las barreras del tiempo para perpetuar su imagen entre los modelos arquetípicos de hermosura y sex appeal.

¿Es este atributo un agraviante que desmerece al talento?      

¡No! En lo absoluto. Las capacidades no están desapegadas de lo hermoso.

No tienen por qué estarlo.                                                   

En cualquier encuentro aleatorio frente a frente, el ariete de cualquier ser humano es su aspecto físico porque sin decir ni una palabra puede crear reacciones visibles que van desde lo químico hasta lo intelectual en quien lo observa, y ésta gracia se traslada a niveles ampliados cuando el propósito es nada menos que incentivar a la opinión pública.

Y que una persona tenga la posibilidad de vivir de su imagen es tan comprensible y lícito como los dividendos que genera en base a ese atractivo.

Ahora bien, si esa predisposición está relacionada sólo al modelaje tiene fundamentos consistentes: una preciosa modelo sonríe y presenta un producto de alto impacto. Simple

¿Pero que sucede con la actuación, la música y el entretenimiento televisivo?

El talento debería prevalecer, o cuando menos, asemejar a la belleza expuesta porque de lo contrario se disimularía en un envase impactante la pobreza de contenido, de cualidades ya sean artísticas o humanas.

Y aquí Dimash se diferencia por amplio margen...

 

No es incongruente asegurar que Dimash posee una constitución favorecida, y si no tuviese la altura, la elegancia, el cuerpo bien proporcionado y el rostro armónico que lo definen no tendría una misma llegada al público, la cual (y de acuerdo a lo detallado con anterioridad) es una legítima virtud puesta en función del espectáculo.

Lo absolutamente ridículo es creer que Dimash ES SÓLO ESO.

Una afirmación inconsistente y ante todo grosera circula en torno a un sector de las Dears y la definiré mediante eufemismos. Dice algo así como que: “Las Dears no son más que un puñado de señoras adultas que experimentan ardores a causa de un joven cantante”.

Inconsistente porque, suponer que esos “ardores” son un monopolio exclusivo de las edades mayores, constituye un error. Cualquier mujer joven puede sentir lo mismo por su objeto de deseo, no hace falta llegar a una edad determinada para experimentarlo. Una persona que opine en esos términos, además de ofensiva, se somete a creer que todos los procesos de reacción frente a una figura influyente son exactos e iguales a la normativa mediática.

Y eso es porque desconocen que hay algo más…

 

En cierto momento hubo un cambio que la comunidad Dear percibió con una leve preocupación, esa percepción luego se materializó para mutar en un sentimiento melancólico: Dimash delegaba el manejo de sus redes sociales a un tercero y en los acostumbrados posteos de sus fotos cesaban las publicaciones caracterizadas por su calidez…

Que sus admiradores presintieran que detrás de esas fotos no se encontraban el acercamiento y el carisma de Dimash, es un detalle... ¡asombroso! Y créanme que la magnitud de ese hecho cobró en mí una dimensión absoluta al momento de desarrollar las ideas para este texto. Por conocer y formar parte de otros fandom me arriesgo a decir que se trata de una situación extraordinaria y cuasi única que se hizo palpable en el sentimiento y la inquietud Dear, pero que nació de las sinceras intenciones de Dimash.

Lo que logra él es un tipo de influencia superlativa que trasgrede las restricciones de tendencias preconcebidas, (posteo una foto, incito tu imaginación y aguardo tus “me gusta”) porque el propio artista se encarga de crear un vínculo inherente entre su imagen y su identidad representativa para después transportarla a la sensibilidad del admirador, de manera natural y espontánea.

Y si preguntan mi opinión, es una cuestión fabulosa.

 

Se dice que una imagen vale más que mil palabras, ¿pero que podría decirse de una que provoca la necesidad de saber que, del otro lado, la esencia afectuosa del protagonista, se encuentra latente?  

 

Nos aproximamos al final de la primera parte de esta “búsqueda”, pero antes me permito un paréntesis para hablar con franqueza entre adultos.

Lo que destaco en la sección de las “apariencias” no es en desmérito de que Dimash resulte lindo, atractivo, sugerente o irresistible y despierte sensaciones a diferentes niveles de entusiasmo en su público, lo cual no tiene nada de malo. Como así tampoco que forme parte de fantasías románticas, de contextos de ensueño o de terrenos más íntimos. Todo queda a cargo de vuestra imaginación.  

Y es absolutamente normal.

En una próxima entrega intentaremos aproximarnos a esa definición que se ajuste a lo que produce Dimash y para ello analizaremos:

a) La línea de pensamiento de Dimash, su estructura y la prolongación de sus ideales como vehículo de influencia dentro del ánimo en las redes sociales

b) La proliferación de tendencias “influencer” dentro de la propia comunidad Dear (y si es que pueden ser así consideradas) y el protagonismo de Dimash y su naturaleza aplicada en dichas tendencias.

 

Gracias a Carmen por confiarme este proyecto y por supuesto a ustedes por leernos.

Los esperamos en la conclusión de “En la Búsqueda de un Nuevo concepto”.

¡Saludos Dears!    

domingo, 11 de abril de 2021

LA TRAVESÍA DE UN CORAZÓN AGRADECIDO - por Carlos Rivadeneira. - Traducción: Carmen Sandoval y Daniela Aburto


La Travesía de un Corazón Agradecido

Un día este corazón agradecido preparó maletas
para iniciar un largo viaje y así conocer a otros
de su misma familia y de un idéntico sentimiento. 

Un fantástico cisne se ofreció a llevarle con sus alas doradas
por aire y por mar en un trayecto rico en maravillas,
en aromas, en sonidos, en paisajes y en tradiciones.

Y en cada sitio lo recogió otro corazón
igual de enamorado, con una exacta ilusión
de equivalente esperanza y ternura. 
En cada lugar lo despidieron entre abrazos y besos,
le confiaron su amor para que también viajara con él
y lo impulsaron con la magia de cada país que visitaba.

Desde Argentina el Tango y su poesía lo elevaron.
Tras los Andes, en Chile la Cueca y su ritmo lo animaron a seguir,
en Perú lo aguardaba la Marinera y lo hizo danzar con el viento.

La Salsa en Colombia le contagió de alegría para que avanzara hasta México con los Mariachis y sus Rancheras le endulzaron el alma. 
El Mambo y la Rumba en Cuba le dieron sabor a su itinerario y en EE. UU. el Blues y el Jazz lo llenaron de sensibles historias. 

En Brasil el ritmo alegre del Samba le cosquilleó en el cuerpo y al transformarse en Bossa nova lo despidió con aire seductivo. La vibración de violín del Goje, la percusión del Udu y el Dundun lo trasladaron en sus brazos sobre Nigeria.

Lo embelesó en Australia la fortaleza aborigen del Didjeridoo , en China el Dios Han Xiangzi le adornó su camino con una armonía que avivaba flores y plantas. Euterpe La musa que preside la música, lo acarició en los cielos de Grecia.  Apolo, como deidad romana de la música, le acompañó con su Lira en el firmamento de Italia yen España le convidaron Paella, Tortilla de Patatas y Jamón Serrano para que recuperara energías. 

En Alemania lo sorprendió el Baile Tirolés y junto al cisne deleitaron a las olas del Río Rhin. El Trébol Rojo de Dinamarca coloreó ante sus ojos un tapiz de hermosas flores. En sus cuerdas la Balalaika le interpretó emotivas melodías folklóricas de Rusia y le dio un último empujón para que en Kazajstán el Dombra también lo agasajara con bellos sonidos autóctonos. 

Y al final del recorrido 
lo recibieron unas manos delicadas 
que lo sostuvo frente a su rostro, 
y entonces el corazón reconoció aquella sonrisa radiante.

Lágrimas de felicidad le empañaron sus ojitos
porque este corazón no era uno cualquiera
sino que había nacido del amor 
entre un artista y su público.
Y tan agradecido estaba de existir
que había recorrido el mundo entero
 para regresar a su creador.

  



The journey of a grateful heart 

One day this grateful heart packed suitcases
to start a long journey and thus meet others
of the same family and of an identical feeling. 

A fantastic swan offered to carry him on its golden wings. 
by air and by sea on a journey rich in wonders,
in aromas, in sounds, in landscapes and in traditions. 

And in each place another heart
picked him up just as in love, with identical illusion
of equivalent hope and tenderness. 
In each place they waved him goodbye between hugs and kisses.
They entrusted him their love so that it would also travel with him and they propelled him with the magic of each country he visited.

From Argentina, Tango and its poetry raised him. Behind the Andes in Chile, the Cueca and its rhythm encouraged him to continue. In Peru the Marinera was waiting for him and made him dance with the wind.

Cumbia in Colombia infected him with joy to go forward. In Mexico the Mariachis with their Rancheras sweetened his soul. 
Mambo and Rumba in Cuba gave flavor to his itinerary. In USA, Blues and Jazz filled him with sensitive stories.

In Brazil, the joyful rhythm of Samba tickled his body and, when turning into Bossa Nova, he was told goodbye with a seductive air. The vibration of the Goje's violin, the percussion of the Udu and the Dundun carried him in their arms over Nigeria. 

In China, the God Hiangzi decorated its path with a harmony that enlivened flowers and plants. The aboriginal fortress of the Didjeridoo enthralled him in Australia. Euterpe, the muse who presides over music, caressed him in the skies of Greece. Apollo, as Roman deity of music, accompanied him with his Lyre in the firmament of Italy. In Spain he was invited with Paella, Potato Omelette and Serrano Ham to recharge batteries.

In Germany he was surprised by the Tyrolean Dance and together with the swan they delighted the waves of the River Rhine. The Red Clover of Denmark colored a tapestry of beautiful flowers before his eyes. On its strings the Balalaika played emotional Russian folk melodies and gave him a final push so that in Kazakhstan the Dombra would also entertain him with beautiful native sounds.

And at the end of the journey, 
he was received by delicate hands
that held him in front of his face.
And then the heart recognized that radiant smile. 

Tears of happiness clouded his eyes. 
Because this heart was not just any heart. 
This one was born from the love 
between an artist and his audience, 
and he was so grateful to exist
 that he had traveled the whole world
to return to the one who had given birth to him.

jueves, 11 de marzo de 2021

ENSEÑANZAS - Por Carlos Rivadeneira



Del registro de lo que podría ser considerada una de las últimas entrevistas a Dimash el año pasado, nació en una de mis compañeras de la Era (me refiero puntualmente a Carmen Sandoval) un interesante planteo.

En base a ello se me ocurrieron una serie de reflexiones que intentaré trasladar a ustedes a continuación. Y digo que aquella se trataría de una “probable” entrevista porque tiene más atributos de plática casual que de estricto reportaje.

Como una charla entre amigos.

En el video puede verse a Dimash con una absoluta predisposición para responder toda clase de interrogantes por parte de un grupo de niños; de hecho es él quien anima asiduamente a los pequeños de esa audiencia a no quedarse con dudas y realizarle las preguntas que considerasen necesarias.

Pongámonos en contexto.

 

La Aldea S.O.S.

El 25 de noviembre de 2020 la aldea S.O.S. destinada en Astaná recibe la visita de Dimash. Que esta aldea fuese bautizada con ese nombre es solo una mera coincidencia. Su historia es mucho más antigua que la canción que popularizara al astro kazajo. De hecho su fundación se remonta al año 1949 en la ciudad de Imst, Austria, (con posterioridad a la finalización de la segunda guerra mundial) y fue un proyecto hecho realidad por el austriaco Hermann Gmeiner. La intención original de  “La Aldea S.O.S.” era la de auxiliar, proteger y contener a los niños huérfanos que habían sido producto de aquella contienda bélica. Ese propósito amplió sus ansias y hoy en día se ve representado con filiales por todo el mundo incluida Latinoamérica, que no solo brinda protección a niños desamparados sino que también se preocupa por la recuperación de familias en situación de inestabilidad y además apoya a los jóvenes en sus respectivas ilusiones y metas.

Con esta premisa e independientemente de la realidad de cada niño presente en aquella oportunidad, ese sería el calibre de los estudiantes residentes que Dimash encontraría reunidos y expectantes frente a su persona.

Entonces, pasemos a la acción.

 

Dimash en Estado Natural

Voy a intentar desglosar los que considero los puntos de máximo valor de aquella exposición pero previamente les haré una aclaración: quien escribe no tiene absolutamente ninguna duda de que se trata de la “entrevista” más sincera, desestructurada y explícita de todas en las que se ha visto relacionado Dimash.

 ·       Cien por ciento Dimash:

Muchos dirán que Dimash siempre se expresa con honestidad, transparencia y enarbolando cada uno de los valores por los que es conocido y apreciado dentro y fuera de la comunidad Dear. Y créanme que coincido con todos ellos. Pero en esa ocasión hubo un factor categórico.

Sus interlocutores.

Se sabe del amor, la preocupación y el espíritu de exaltación que siente por la niñez. Él sabía que tenía frente a si un público que combinaba la avidez de conocimiento y la inocencia propia de la infancia; atributos que en su totalidad lograron que Dimash se distendiera y luciera muy relajado, fresco y cómodo. Tanto así que los alentaba en repetidas ocasiones para que nadie se quedara con ninguna consulta pendiente. Fue un ida y vuelta novedoso porque  tenía la posibilidad de expresarse francamente ante una audiencia que desde su simplicidad le planteaba interrogantes que no repetían los tópicos convencionales de cada entrevista realizada con anterioridad.

Y esto se agradece enormemente.

Porque Dimash despejó con sus respuestas varios mitos circundantes a su persona y dejó bien en claro que en definitiva él es ni más ni menos que… un hombre.

 ·       Dimash entre el cielo y la tierra

Todo dispuesto. Dimash micrófono en mano y sentado frente a un público infantil que tímidamente empieza a animarse a realizarle algunas preguntas:

 1) En cierto momento se refiere (la pregunta no esta incluida en el video) a como aun en medio de las dificultades que pudieran surgir en un concierto -de salud inclusive- logra sentirse feliz de actuar frente a sus espectadores y reflexiona que si bien ese tipo de situaciones lo fortalecen, pues en su naturaleza humana está ligado a la superación y como tal su próximo concierto debería ser mejor que el anterior, también expresa que este tipo de pensamientos le resultan agotadores y que no encuentra razones para alardear sobre sus presentaciones.

Aquí no solo prevalece su humildad como de costumbre sino que además expone una crítica a la auto exigencia humana. Consiente como es de la disciplina que le ha llevado al lugar que ocupa advierte sobre una inclinación que no debiera exceder los terrenos de su propia intuición.  

El talento fluye de su ser, disfrutemos esta condición sin petitorios excesivos.

Y permitamos que las exigencias queden a su juicio, en la manera y en los tiempos que él considere oportunos.

 2) “¿Cómo vas con el idioma chino?”

Nada. Claramente responde que solo recuerda: Ni hao (hola), Xiéxié (gracias), Jackie Chan, Bruce Lee y “DIMAXÌ”

“¿Sabes francés? ¿Has actuado en Francia?”

No sabe francés. Interpreta exclusivamente S.O.S. en ese idioma y en una oportunidad actuó en Francia.

“¿¡Porque está escrito en Internet!?”

“Bueno, hay muchas cosas escritas en Internet...” responde Dimash...

Cuestiones que él clarifica con una sinceridad absoluta e inapelable. De primera mano. Y en sus propias palabras.

Cuando una persona tiene por norma conducir sus actos asociados a la transparencia no puede encontrar una situación mas favorable para pronunciarse que un entorno de iguales características. Por esa razón afirmo que él se sentía tan a gusto ¡se podía apreciar en su semblante!

Ante un medio artístico que intenta imponer una sobre exposición que poco tiene que ver con las dimensiones reales de cada interprete, Dimash mediante su humanidad erguida en tierra firme funciona como un manantial en el desierto, alejado de los espejismos que pudieran generar expectativas desmedidas ya sea tanto para quienes lo admiran como para quienes no.   

Continúa el diálogo y habla sobre la evolución de su personalidad: el destello inicial de la “popularidad” y el peligro que todo humano debe evitar, trátese de un cantante o no, para no contraer “la fiebre del estrellato” (delirios de grandeza) y sus nefastas consecuencias. Es muy específico y cuidadoso en esta referencia.

Con cada manifiesto que les ofrece a los pequeños, podría decirse a través de un simple análisis que Dimash en su tesitura tiene aptitudes de un excelente maestro o que a futuro tendría las condiciones necesarias para ser un gran padre, impresiones que estuvieran justificadas y con amplios fundamentos.

Sin embargo prefiero ahondar en una materia que se decanta de un conjunto de reflexiones que él esboza y que considero necesarias para el presente de la comunidad.

Cuando un niño le pregunta por el nombre de su clan, Dimash sonríe y prefiere definir a ese grupo social con el modelo de un círculo de amigos…

 

 Amistad Sin Fronteras

La energía que se agita en prácticamente toda la charla que prosigue es la de la amistad. Habla de sus ancestros, de su familia, de sus amigos y colaboradores, de su pueblo y encomienda a los niños que lo escuchan una constante persecución de sus sueños.

Y cada idea la transmite en un espíritu fraternal y exaltando el valor de los verdaderos amigos.

Como de costumbre les contaré algo de mí.

 Nací el 17 de febrero de 1976 aproximadamente a las 3 horas de la madrugada según testigos de la época, porque yo era muy joven y honestamente no lo recuerdo... Así entonces si esta editorial se aprueba y publica antes de esa fecha continuaría teniendo 44 años.

Casi veinte años más que Dimash.

La vida me permitió conocer grandes y apreciados amigos como así también codearme inevitablemente con traidores, delatores y cobardes; tengo amistades diseminadas en varias regiones de mi país e incluso algunos que han emigrado al exterior. Abarcan todas las edades y un amplio espectro de ellos son más jóvenes que yo.

Con la experiencia que me otorga la adultez me veo, no en la obligación, sino en la necesidad de compartir con mis amigos de menor edad sugerencias desde el amor, el ejemplo y la palabra.

Y si bien resulta admirable que Dimash transporte en su persona el bagaje de virtudes éticas que todos conocemos, lo más llamativo es que en su corta edad pueda pronunciarse en esos términos, mediante valores tan fuertemente vinculados con lo fraternal y lo amigable ¿verdad?

Una de las primeras características que atrajo mi atención del fandom Dear fue esa correspondencia que enlazaba a toda la comunidad:

1) el amor hacia el artista (a su obra, a su persona) y como fruto de esa experiencia, el afecto y la sensibilidad hacia aquellos que transitaban una misma “locura”

2) el ejemplo motivador que se desprendía de la figura de un artista que revolucionaba el concepto de reciprocidad entre cantante y espectador, ya que esos valores además de representar una inusitada satisfacción en su público también le identificaba.

3) las palabras de respeto y cariño que partían de Dimash hacia sus Dears y que éstas a su vez devolvían al propio intérprete y hacían circular para manifestarse entre cada integrante del universo Dear.

Pues bien.

No debiéramos de perder estos atributos.

Cada fandom tiene sus diferencias, algunos casos son más evidentes o incluso vehementes que otros (créanme que hablo con autoridad porque conozco varios) y que estas discrepancias surjan en la comunidad Dear es absolutamente normal.

Lo saludable sería que a pesar de ello esta comunidad lograra continuar diferenciándose aun en cuestiones que pudieran concebir desacuerdos para evitar la transformación de un “punto de vista” distinto… en una disputa innecesaria.

Puedo comprender la discordancia pero no la amonestación, ni en un sentido ni en el otro.

Ejemplo: tanto quien decide apoyar a Dimash en cada “Request” como quien prefiere abstenerse tiene sus razones. Cotejar las diferentes posturas sin el añadido extra del fanatismo obstinado nos prevendría de hundirnos en las profundidades de la intolerancia.

Dar a conocer nuestras variadas perspectivas nos permite asimilar mejor la dinámica que parte del corazón y las ilusiones de cada Dear con el cual no coincidimos ¿y saben por qué? Porque como ya dije en una editorial pasada aunque caminemos por veredas opuestas vamos en un mismo sentido y con un mismo destino en mente: la divulgación del talento de Dimash.

O cuando menos la satisfacción de escuchar su voz.

Simple.

Opinar desde la sensibilidad que caracteriza a este conjunto de admiradores nos libera de auto censurarnos siempre que tengamos la capacidad de respetar las posturas disidentes. Porque estoy convencido de que TODAS las voces deben ser escuchadas para una mejor comprensión de la evolución del fandom Dear.

  

Un Ida y Vuelta con Dimash

Son varios los motivos que distan a Dimash de los artistas que ocupan el mainstream actual (tendencias dominantes), los cuales pueden jugarle a favor o en contra.

a) Realiza junto a un grupo de amigos y familiares una labor de auto gestión: compone, arregla y ejecuta su música o supervisa cada uno de estos aspectos, participa en la dirección de sus videos y elige sus vestuarios entre mucho otros factores que lo posicionan dentro de una producción artística integral.

b) No depende de ninguna discográfica o productor musical ajeno a sus intereses.

c) Interpreta la música que a él le place sin limitarse a los estilos convencionales ni tener que estar pendiente de ellos.

d) Otros solistas o conjuntos ejercen su oficio detrás de una estela artística que viene trazada en algunos casos desde hace muchos años.

Dimash es un artista autentico que se inventa a diario a sí mismo porque en su creación evita la repetición o la copia de patrones musicales ni vocales preestablecidos   

Es único como otros grandes del pasado.

Como se trata de una tarea ambiciosa en Argentina utilizaríamos la expresión “le tocó bailar con la más fea” que describiría cuando una situación es de difícil manejo o de ardua gestión.

Pero se destaca en esta operación que el común denominador es un individuo seguro, confiado en sus virtudes y en el círculo de los que lo aman y apoyan.

Porque alimentan con su amistad los sueños que idealizan en su porvenir.

 Dimash es muy joven, es un hombre de condiciones extraordinarias que como todo ser humano que habita esta tierra está supeditado a errores y aciertos, y por lo tanto necesita del sostén (para apuntalarlo o para guiarlo) de quienes lo admiramos exentamente de la óptica que pudiésemos tener sobre un mismo asunto.

Y en la posibilidad que tenemos de aprender sus enseñanzas también debemos asumir una postura de igual importancia: aprender de nosotros mismos para aceitar los engranajes de un fandom fresco y en expansión.

Y desde la sapiencia que naturalmente debiera representar a la gran mayoría de adultos que componen la comunidad Dear tendríamos que manifestar nuestra admiración a Dimash con el amor, el ejemplo y las palabras que utilizaríamos para comunicarnos con un joven amigo que comparte sus ilusiones con nosotros.  

Para que Dimash también asimile de un público sabio y ejemplar.

 

Gracias a Carmen Sandoval por la sugerencia de esta columna y al canal de Youtube de Eva Gennady por compartir esa maravillosa reunión de Dimash con los niños de la Aldea S.O.S. con el agregado de subtítulos en inglés.

Cada palabra expresada en esta columna representa una visión personal de quien les escribe y están confeccionadas con todo el respeto que merece la figura de Dimash, sus colaboradores y cada persona que forma parte de la comunidad Dear.

Y recuerden: que pensemos distinto no significa que estemos enfrentados…

Los esperamos en la próxima. ¡Saludos Dears!

Foto de Personas creado por jcomp - www.freepik.es

lunes, 21 de diciembre de 2020

El Regalo - Por Carlos Rivadeneira, Claudia Lobos y Carmen Sandoval. (Español e Inglés)


¿Qué puede hacer Amor para superar su tristeza?

¿Podrán sus amigos Lírica, Ritmo, Melodía y Armonía ser capaces de ayudarlo?
El Regalo. Un cuento de navidad inspirado por Dimash.


English Version.


El Regalo

(Por Carmen Sandoval y Claudia Lobos con la colaboración de Carlos Rivadeneira)

 

Cuentan que en una oportunidad el Amor se volvió pequeño y frágil. La humanidad le olvidaba un poco cada día, entusiasmada con otros sentimientos más distantes y menos cálidos.

Sentado, apoyó su cara en su puño y así se quedó mientras pensaba en la proximidad de las celebraciones navideñas, con la cabeza inclinada hacia un lado y entre suspiros.

Le pareció oír una resonancia familiar. Y era cierto.

Su querido amigo y colaborador, el Ritmo, se acercaba en medio de una alegre danza. Eran viejos conocidos, porque hay que saber que entre otras cuestiones, es el ritmo quien le otorga la cadencia necesaria en el momento exacto para que el corazón palpite enamorado...

Este notó la preocupación de su colega y hablaron mucho del tema. El Ritmo se puso en pie luego de la conversación y tranquilizó al Amor con palabras de ánimo. ¡Se le había ocurrido un plan que consideraba infalible!

Se despidió al compás de un bolero, le dedicó una sonrisa y guiñándole un ojo le canturreó: “reloj no marques las horas...”

Luego desapareció.

 

 

Se reunió con la Melodía, la Armonía y la Lírica y les comentó cuán necesitado estaba el Amor en esos días. Les presentó la idea para ayudar a su amigo y si bien la Melodía no estaba del todo convencida, accedió junto a los demás a llevarla adelante. Entre los cuatro decidieron enviar a un representante para dar inicio a un plan que denominaron como  “El Regalo”.

La elegida fue la Lirica y antes de que iniciase una de sus larguísimas (y en ocasiones aburridas) disertaciones le dieron una valija, le calzaron guantes, gorro, bufanda de lana y la enviaron al Polo Norte…

La recibieron unos seres diminutos y muy alegres que la acompañaron hasta un salón en donde la aguardaba una rica taza de chocolate caliente, galletas dulces y un hombre robusto de espesa barba blanca y sonrisa radiante. La plática duró  lo suficiente para que cada uno de los pequeñitos se quedara dormido. Sin embargo su anfitrión la escuchó interesado pues su paciencia se había templado con la lectura de millones de cartas de niños ilusionados.

Llegaron a un acuerdo y la Lirica se retiró doblemente feliz: por el fantástico resultado de la misión y porque había hablado hasta por los codos.

 

 

Y finalmente…  el 24 de diciembre se vistió de colores y de luces, se perfumó con el aroma de ricas comidas y salió al escenario para representar su espectáculo anual. Aquella noche seria recordada, porque la Magia tendría un rol imprevisto…

Un trineo surcó los cielos sobre toda la faz de la Tierra. Su carga iba acompañada de un factor nunca antes utilizado: la música.  Los pequeños que ayudaban con el reparto arrimaban sus orejas a los regalos y entre risitas oían los maravillosos ecos que  vibraban en el interior de los paquetes.

 

Una niña llamada Dear aguardaba impaciente las doce de la noche. Se había  portado muy bien para conseguir su juguete preferido y tenía la  sensación de que algo especial iba a ocurrir.

Momento del brindis y los saludos.

Dear corrió hacia el arbolito, había un regalo con su nombre pero con unas dimensiones distintas a las que esperaba. Sin decepcionarse se puso a abrirlo frente a la atenta mirada de sus papás.

Y con la primera rotura del envoltorio escucharon un sonido bellísimo acompañado de  una voz acorde a la magia del momento…

Los tres se acercaron para escuchar mejor

“What can I do to love again?   

Believe I can survive…”

 

 

Sintieron que la música los envolvía. A la niña ya no le importaba tanto la sorpresa que le aguardaba porque el regalo más grande lo recibía entre los brazos de sus papis, que hacía un tiempo estaban distanciados y ahora se abrazaban, como una familia enamorada suele hacerlo…

En todo el mundo se replicaban eventos similares. Los corazones abatidos se llenaban de esperanza; en los hogares en donde el amor escaseaba, la apertura de cada regalo traía consigo el encanto de los afectos puros y sensibles de la mano de  “Unforgettable Day” o “Give me Love” entre muchas otras. Cada nota transformaba el silencio en música y las palabras en poesía, así como las telas y pinceles en verdaderas obras de arte.

 Aquella voz contenida en los regalos acariciaba las almas, trocaba la soledad en compañía y las pérdidas en renovados deseos de seguir viviendo.    

En los sitios humildes, y ante la falta de presentes costosos, las mesas latían con la consonancia de la ternura: con panes crocantes, bollos dulcísimos y platillos sabrosos sin importar la cualidad de los mismos. Y porque el alimento es un regalo de las alturas, este se valió de esa voz celestial para ensalzar también a los comensales que habían empobrecido sus emociones.

 

Esa noche los prodigios del Amor se multiplicaron.

 

 

Y así pasada ya la medianoche y tocada por un sentimiento indescriptible provocado por las más bellas canciones,  lloró arrepentida la Guerra, conforme tornaba todas sus lágrimas en un increíble océano de los más bellos cristales. La magia de aquella voz resonaba en el mundo entero y hacía resplandecer todos los astros del Universo, quienes junto a los fuegos de artificio Iluminaban todos los rostros.

 

La Melodía, la Armonía, el Ritmo, la Lírica y el Amor observaban la paleta luminosa de tonalidades que transformaba al cielo en un arcoíris luminoso y coloreado, y cómo al son de aquella mágica voz, ésta pintaba un gran nombre en la bóveda celeste...DIMASH KUDAIBERGEN.

El Amor y el Ritmo se miraron mutuamente y no pudieron evitar ni la sonrisa complacida ni las lágrimas de emoción…

 

 

¡Desde La Era Dimash les deseamos muy felices fiestas!