EL VIENTO DE LOS TIEMPOS - Por Carlos Rivadeneira

Esta historia comienza en África Oriental aproximadamente hace dos millones de años y sus protagonistas son la joven Ni-éi y el intrépido Moh´hr. Distanciados por sus costumbres pero impulsados por su avidez de conocimiento se embarcan en una aventura que los llevará lejos de sus respectivos clanes y los ubica como piedras angulares al inicio de una nueva era en la evolución de la especie y en el moldeado originario de algunos de los atributos que acompañarían al hombre moderno desde su formación, entre ellos las emociones. 

En la novela “El Viento del Mundo” el escritor francés Pierre Pelot destaca a partir de conceptos científicos y desde una ficción antropológica el desempeño de ambos personajes como bisagras entre dos periodos históricos inaugurales en la proyección de la humanidad.

En ocasiones los cambios pasan desapercibidos en sus comienzos, o por lo menos (como en el caso de Ni-éi y Moh´hr) pueden de manera casual unir intérpretes que vinculados por un sentimiento afín funcionen como vehículos de cara a nuevas etapas…

Aquí es donde quería llegar…

Se ha desatado una brisa que promete cambios sustanciales en lo cotidiano y en lo inusual, que parte de las vivencias de millones de personas que han experimentado esa sensación que provoca ese encuentro primero con Dimash: su voz, su interpretación y su expresividad para desembocar en la multitud de valores que posee, comunica y contagia. Y son precisamente ellos quienes desde diferentes latitudes no solo comparten sus canciones y videos, sino que además lo agasajan con palabras de admiración desde las distintas redes sociales. Porque en muchos casos Dimash ha logrado tocar fibras sensibles, relacionadas inclusive a materias que trascienden lo físico, que aportan algún tipo de sanación al alma y una suerte de iluminación en los momentos de pesadumbre. Supongo que en la convicción de aquel que atesora un testimonio de esas características y pronuncia abiertamente esos sentimientos, se gestan en abundancia la gratitud y el reconocimiento.

Y Latinoamérica se ha sumado a estos aires de cambio. Como por ejemplo en el proyecto radial pionero de Ángel Tavares: “Dears”, que transmite a través de Actitud FM en México desde 2019, donde los dears pueden interactuar en un espacio dedicado a Dimash.

“La Era Dimash” también se destaca por su propuesta original de transmitir las 24 horas online toda la obra de Dimash como así también, y gracias al esfuerzo de sus colaboradoras de varios países de Sudamérica, divulga los aspectos culturales de Kazajistán y todo lo concerniente a la ética y los valores del artista.

Otros proyectos recientes en formato de radio online han aparecido en Chile y Brasil.

Un viento en estos tiempos se levanta sutilmente pero con energía, uno que puede articular cambios, que produce inflexiones y transforma en vigoroso lo estéril ya sea emocional o espiritual, que invita a una renovación de las virtudes y capacidades existentes en cada uno.

Los destellos de un nuevo amanecer se perfilan en el horizonte de los tiempos y ese viento danza al compás de una voz única, indescriptible…