Del registro de lo que podría ser considerada una de las últimas entrevistas a Dimash el año pasado, nació en una de mis compañeras de la Era (me refiero puntualmente a Carmen Sandoval) un interesante planteo.
En base a ello se me ocurrieron una serie de reflexiones que intentaré
trasladar a ustedes a continuación. Y digo que aquella se trataría de una
“probable” entrevista porque tiene más atributos de plática casual que de
estricto reportaje.
Como una charla entre
amigos.
En el video puede verse a Dimash con una absoluta predisposición para
responder toda clase de interrogantes por parte de un grupo de niños; de hecho
es él quien anima asiduamente a los pequeños de esa audiencia a no quedarse con
dudas y realizarle las preguntas que considerasen necesarias.
Pongámonos en contexto.
La Aldea S.O.S.
El 25 de noviembre de 2020 la aldea S.O.S. destinada en Astaná recibe
la visita de Dimash. Que esta aldea fuese bautizada con ese nombre es solo una
mera coincidencia. Su historia es mucho más antigua que la canción que
popularizara al astro kazajo. De hecho su fundación se remonta al año 1949 en
la ciudad de Imst, Austria, (con posterioridad a la finalización de la segunda
guerra mundial) y fue un proyecto hecho realidad por el austriaco Hermann
Gmeiner. La intención original de “La
Aldea S.O.S.” era la de auxiliar, proteger y contener a los niños huérfanos que
habían sido producto de aquella contienda bélica. Ese propósito amplió sus
ansias y hoy en día se ve representado con filiales por todo el mundo incluida
Latinoamérica, que no solo brinda protección a niños desamparados sino que
también se preocupa por la recuperación de familias en situación de inestabilidad
y además apoya a los jóvenes en sus respectivas ilusiones y metas.
Con esta premisa e independientemente de la realidad de cada niño
presente en aquella oportunidad, ese sería el calibre de los estudiantes
residentes que Dimash encontraría reunidos y expectantes frente a su persona.
Entonces, pasemos a la acción.
Dimash en Estado Natural
Voy a intentar desglosar los que considero los puntos de máximo valor
de aquella exposición pero previamente les haré una aclaración: quien escribe no
tiene absolutamente ninguna duda de que se trata de la “entrevista” más
sincera, desestructurada y explícita de todas en las que se ha visto
relacionado Dimash.
Muchos dirán que Dimash siempre
se expresa con honestidad, transparencia y enarbolando cada uno de los valores
por los que es conocido y apreciado dentro y fuera de la comunidad Dear. Y
créanme que coincido con todos ellos. Pero en esa ocasión hubo un factor
categórico.
Sus interlocutores.
Se sabe del amor, la preocupación y el espíritu de exaltación que
siente por la niñez. Él sabía que tenía frente a si un público que combinaba la
avidez de conocimiento y la inocencia propia de la infancia; atributos que en
su totalidad lograron que Dimash se distendiera y luciera muy relajado, fresco
y cómodo. Tanto así que los alentaba en repetidas ocasiones para que nadie se
quedara con ninguna consulta pendiente. Fue un ida y vuelta novedoso
porque tenía la posibilidad de
expresarse francamente ante una audiencia que desde su simplicidad le planteaba
interrogantes que no repetían los tópicos convencionales de cada entrevista
realizada con anterioridad.
Y esto se agradece enormemente.
Porque Dimash despejó con sus respuestas varios mitos circundantes a
su persona y dejó bien en claro que en definitiva él es ni más ni menos que… un
hombre.
Todo dispuesto. Dimash
micrófono en mano y sentado frente a un público infantil que tímidamente
empieza a animarse a realizarle algunas preguntas:
Aquí no solo prevalece su
humildad como de costumbre sino que además expone una crítica a la auto
exigencia humana. Consiente como es de la disciplina que le ha llevado al lugar
que ocupa advierte sobre una inclinación que no debiera exceder los terrenos de
su propia intuición.
El talento fluye de su ser,
disfrutemos esta condición sin petitorios excesivos.
Y permitamos que las
exigencias queden a su juicio, en la manera y en los tiempos que él considere
oportunos.
Nada. Claramente responde
que solo recuerda: Ni hao (hola), Xiéxié (gracias), Jackie Chan, Bruce Lee y
“DIMAXÌ”
“¿Sabes
francés? ¿Has actuado en Francia?”
No sabe francés. Interpreta exclusivamente S.O.S. en ese idioma y en
una oportunidad actuó en Francia.
“¿¡Porque
está escrito en Internet!?”
“Bueno, hay muchas cosas
escritas en Internet...” responde Dimash...
Cuestiones que él clarifica con una sinceridad absoluta e inapelable. De
primera mano. Y en sus propias palabras.
Cuando una persona tiene por norma conducir sus actos asociados a la
transparencia no puede encontrar una situación mas favorable para pronunciarse
que un entorno de iguales características. Por esa razón afirmo que él se
sentía tan a gusto ¡se podía apreciar en su semblante!
Ante un medio artístico que intenta imponer una sobre exposición que poco
tiene que ver con las dimensiones reales de cada interprete, Dimash mediante su
humanidad erguida en tierra firme funciona como un manantial en el desierto,
alejado de los espejismos que pudieran generar expectativas desmedidas ya sea
tanto para quienes lo admiran como para quienes no.
Continúa el diálogo y habla sobre la evolución de su personalidad: el destello inicial de la “popularidad” y el peligro que todo humano debe evitar, trátese de un cantante o no, para no contraer “la fiebre del estrellato” (delirios de grandeza) y sus nefastas consecuencias. Es muy específico y cuidadoso en esta referencia.
Con cada manifiesto que les ofrece a los pequeños, podría decirse a
través de un simple análisis que Dimash en su tesitura tiene aptitudes de un
excelente maestro o que a futuro tendría las condiciones necesarias para ser un
gran padre, impresiones que estuvieran justificadas y con amplios fundamentos.
Sin embargo prefiero ahondar en una materia que se decanta de un
conjunto de reflexiones que él esboza y que considero necesarias para el
presente de la comunidad.
Cuando un niño le pregunta por el nombre de su clan, Dimash sonríe y
prefiere definir a ese grupo social con el modelo de un círculo de amigos…
La energía que se agita en prácticamente toda la charla que prosigue es
la de la amistad. Habla de sus ancestros, de su familia, de sus amigos y
colaboradores, de su pueblo y encomienda a los niños que lo escuchan una
constante persecución de sus sueños.
Y cada idea la transmite en un espíritu fraternal y exaltando el valor
de los verdaderos amigos.
Como de costumbre les contaré algo de mí.
Casi veinte años más que Dimash.
La vida me permitió conocer grandes y apreciados amigos como así
también codearme inevitablemente con traidores, delatores y cobardes; tengo
amistades diseminadas en varias regiones de mi país e incluso algunos que han
emigrado al exterior. Abarcan todas las edades y un amplio espectro de ellos
son más jóvenes que yo.
Con la experiencia que me otorga la adultez me veo, no en la
obligación, sino en la necesidad de compartir con mis amigos de menor edad
sugerencias desde el amor, el ejemplo y la palabra.
Y si bien resulta admirable que Dimash transporte en su persona el
bagaje de virtudes éticas que todos conocemos, lo más llamativo es que en su
corta edad pueda pronunciarse en esos términos, mediante valores tan
fuertemente vinculados con lo fraternal y lo amigable ¿verdad?
Una de las primeras características que atrajo mi atención del fandom
Dear fue esa correspondencia que enlazaba a toda la comunidad:
1) el amor hacia el artista
(a su obra, a su persona) y como fruto de esa experiencia, el afecto y la
sensibilidad hacia aquellos que transitaban una misma “locura”
2) el ejemplo motivador que
se desprendía de la figura de un artista que revolucionaba el concepto de
reciprocidad entre cantante y espectador, ya que esos valores además de
representar una inusitada satisfacción en su público también le identificaba.
3) las palabras de respeto
y cariño que partían de Dimash hacia sus Dears y que éstas a su vez devolvían
al propio intérprete y hacían circular para manifestarse entre cada integrante
del universo Dear.
Pues bien.
No debiéramos de perder estos atributos.
Cada fandom tiene sus diferencias, algunos casos son más evidentes o incluso vehementes que otros (créanme que hablo con autoridad porque conozco varios) y que estas discrepancias surjan en la comunidad Dear es absolutamente normal.
Lo saludable sería que a pesar de ello esta comunidad lograra
continuar diferenciándose aun en cuestiones que pudieran concebir desacuerdos
para evitar la transformación de un “punto de vista” distinto… en una disputa
innecesaria.
Puedo comprender la discordancia pero no la amonestación, ni en un
sentido ni en el otro.
Ejemplo: tanto quien decide apoyar a Dimash en cada “Request” como
quien prefiere abstenerse tiene sus razones. Cotejar las diferentes posturas sin
el añadido extra del fanatismo obstinado nos prevendría de hundirnos en las
profundidades de la intolerancia.
Dar a conocer nuestras variadas perspectivas nos permite asimilar
mejor la dinámica que parte del corazón y las ilusiones de cada Dear con el
cual no coincidimos ¿y saben por qué? Porque como ya dije en una editorial
pasada aunque caminemos por veredas
opuestas vamos en un mismo sentido y con un mismo destino en mente: la
divulgación del talento de Dimash.
O cuando menos la satisfacción de escuchar su voz.
Simple.
Opinar desde la sensibilidad que caracteriza a este conjunto de
admiradores nos libera de auto censurarnos siempre que tengamos la capacidad de
respetar las posturas disidentes. Porque estoy convencido de que TODAS las
voces deben ser escuchadas para una mejor comprensión de la evolución del
fandom Dear.
Un Ida y Vuelta con Dimash
Son varios los motivos que distan a Dimash de los artistas que ocupan el mainstream actual (tendencias dominantes), los cuales pueden jugarle a favor o en contra.
a) Realiza junto a un grupo de amigos y familiares una labor de auto
gestión: compone, arregla y ejecuta su música o supervisa cada uno de estos
aspectos, participa en la dirección de sus videos y elige sus vestuarios entre
mucho otros factores que lo posicionan dentro de una producción artística
integral.
b) No depende de ninguna discográfica o productor musical ajeno a sus
intereses.
c) Interpreta la música que a él le place sin limitarse a los estilos
convencionales ni tener que estar pendiente de ellos.
d) Otros solistas o conjuntos ejercen su oficio detrás de una estela
artística que viene trazada en algunos casos desde hace muchos años.
Dimash es un artista autentico que se inventa a diario a sí mismo
porque en su creación evita la repetición o la copia de patrones musicales ni
vocales preestablecidos
Es único como otros grandes del pasado.
Como se trata de una tarea ambiciosa en Argentina utilizaríamos la
expresión “le tocó bailar con la más fea” que describiría cuando una situación
es de difícil manejo o de ardua gestión.
Pero se destaca en esta operación que el común denominador es un individuo
seguro, confiado en sus virtudes y en el círculo de los que lo aman y apoyan.
Porque alimentan con su
amistad los sueños que idealizan en su porvenir.
Y en la posibilidad que tenemos de aprender sus enseñanzas también
debemos asumir una postura de igual importancia: aprender de nosotros mismos
para aceitar los engranajes de un fandom fresco y en expansión.
Y desde la sapiencia que naturalmente debiera representar a la gran
mayoría de adultos que componen la comunidad Dear tendríamos que manifestar
nuestra admiración a Dimash con el amor,
el ejemplo y las palabras que utilizaríamos para comunicarnos con un joven amigo que
comparte sus ilusiones con nosotros.
Para que Dimash también asimile de un público sabio y ejemplar.
Gracias a Carmen Sandoval por la sugerencia de esta columna y al canal de Youtube de Eva Gennady por compartir esa maravillosa reunión de Dimash con los niños de la Aldea S.O.S. con el agregado de subtítulos en inglés.
Cada palabra expresada en esta columna representa una visión personal
de quien les escribe y están confeccionadas con todo el respeto que merece la
figura de Dimash, sus colaboradores y cada persona que forma parte de la
comunidad Dear.
Y recuerden: que pensemos distinto no significa que estemos
enfrentados…
Los esperamos en la próxima. ¡Saludos Dears!