- ¡Extra, Extra! -voceaba un
niño minúsculo subido a un cajón de manzanas- ¡el día de la dear ya está aquí!
Todos los detalles en esta edición especial del “Daily Kanatuly”; acérquense
señores, no querrán perderse este sensacional número ¡y a un precio irrisorio!
Entre los transeúntes que se
inquietaban al ver a un niño tan precoz, se encontraba una ancianita observándolo
desconfiada. Con una vitalidad sorprendente cruzó la calle y se acercó al sencillo
puesto de periódicos.
El niño sostuvo una radiante
sonrisa que no coincidía con la preocupación de sus ojos y dijo:
- Bella dama, veo que aun
conserva el vigor de una gacela, ¿quién diría? ¿Está interesada en el Daily
Kanatuly?
- Estoy más interesada en
saber en qué estaba pensando cuando decidió utilizar ese desfachatado disfraz
infantil...
El niño no pudo contener una
risita pícara.
- Por lo visto querida, una vez más has descubierto mi
fachada...
- Y por lo visto usted la
mía... -respondió la señora.
Porque en realidad el niño
no era un niño y la anciana tampoco una anciana... ambos acompañaban a la
humanidad desde que se experimentara con los sonidos.
Porque él era el Ritmo y
ella la Melodía.
Y se conocían muy bien...
- ¿Qué significa esta nueva
farsa?
El Ritmo se llevó una mano
al pecho y con un gesto de falso agravio respondió:
- ¿Farsa escuché? Me ofendes...
hoy es un día festivo ¿sabes? ¡Es el día Dear!
Ella llevó sus ojos
inquisidores desde el niño a los diarios y viceversa.
- Antes que nada deje de
tutearme, se lo vengo diciendo hace millones de años, y en cuanto a esto, -y señaló la pila- explíqueme.
El niño tomó un periódico y
se lo ofreció, en la portada se presentaba a un apuesto joven de rasgos
exóticos que sostenía un micrófono, ataviado con una túnica negra y pañuelo al
cuello al tono. En sus ojos cerrados reposaba el origen de una pose sublime. El
titulo en grandes letras rezaba:
Daily
Kanatuly 30 de Enero de 2017
“¿Puedo llamarte ‘Dear’
a partir de ahora?...”
No le fue fácil reconocer a
esa figura, aunque…
- Me resulta familiar, pero…
¡Es la voz! ¿¿Qué hace aquí??
- Exacto... es la voz… ¡y
hoy es una jornada especial para quienes la disfrutan!
- Debería ser más cuidadoso
si es tan importante, la fecha es errónea.
- ¡En lo absoluto! Esa es la
fecha en que empezó todo, este es un encabezado simbólico, pero no pierda
tiempo conmigo, lea por favor. - le indicó a la anciana que tomara asiento en
el cajón y él se acomodó en el suelo con las piernitas cruzadas.
La Melodía pasó a la primera
página y cuando una voz angelical la recibió en el interior, sorprendida cerró
el diario de golpe. El niño sonrió divertido y le dijo:
- Es solo el principio,
déjese llevar. Por una vez confíe en mí ¿sí?
Ella así lo hizo y abrió el
diario una vez más…
El diseño
interno era una consecuencia de la capacidad de la Voz, cada imagen y palabra
fluctuaba en una danza emotiva, alegre, sensible y apasionada, como una
celebración de los sentidos. Dimash y la Voz, (como una indivisible entidad
prodigiosa, unidas en un poema de amor) reflejaban los sonidos que ponen
en marcha la conmoción del alma.
Conforme
uno se adentraba en las páginas, las inflexiones de esa voz mutaban de niño a
joven y de joven a hombre sin limitarse a una continuidad temporal y acomodaba
a sus deseos la frecuencia dulce de la sonoridad femenina.
El
apartado estético era una fiesta sin precedentes.
Una
composición de matices aunaba en una mixtura de tradiciones y culturas, millones
de semblantes luminosos por tanta dicha: rostros morenos, claros, ambarinos y
mestizos irradiaban las diversas emociones que nacían de ese tierno cortejo romántico
entre Dimash y sus admiradores. Lágrimas emotivas, sonrisas de satisfacción y
suspiros envueltos en fantasías conformaban una paleta de sensaciones que renovaban
sentimientos existentes en cada corazón pero que evolucionaban a una
desconocida fase.
El
mundo estaba a las puertas de una convulsión novedosa y excitante.
De
la relación fraterna entre el amor y el arte surgía la comunidad Dear…
Las
flores gozaban un rol privilegiado.
Cada
pétalo representaba una faceta de la progresión sentimental hacia Dimash: la
fidelidad, el respeto y la admiración volaban en espirales coloridos como una
agradecida retribución infinita y de su fragancia perdurable se desprendían las
notas que impregnan el aire de amor.
Y
al final graficaban las expresiones de Dimash.
“Un
niño soñaba.
En
el sueño su alma era compartida por incontables personas que lo amaban y en ese
calor afectivo ampliaban los horizontes de su esencia. En cada uno le parecía
ver a un familiar y era tanto el amor que le prodigaban que sintió que él era
parte de ellos y ellos de él.
Se
despertó con lágrimas en los ojitos y se comprometió en hacer realidad sus ilusiones
para retribuir ese fervor.”
La impresión que había
causado en la Melodía aquella experiencia era evidente, se quedó en silencio
unos momentos con la vista perdida en ensueños. Una joven muy bonita y pulcra
se les acercó.
Era la Armonía.
Le recordó a la supuesta
anciana que tenían un compromiso y necesitaba de su experiencia. La Melodía se
levantó sin pronunciar palabras y se despidió del Ritmo con una leve
inclinación de cabeza.
Después de caminar unos
metros sintió que sus ojos se humedecían y a sus espaldas escuchó:
- ¡Extra, extra! ¡El día de la
Dear ya está aquí!
Desde la Era Dimash les
deseamos… ¡un muy feliz día Dear!